El mai tai es quizás la receta por antonomasia de entre las surgidas tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la cultura coctelera conocida como tiki arrasó en la escena de bares. Su nombre procede de la frase tahitiana maita’i roe a’e, que significa «bueno» o «excelente», o «de otro mundo», si la gritas con euforia. La receta original se atribuye a Victor Bergeron, fundador de la cadena de bares tropicales Trader Vic’s, que comenzó en Oakland, California, y fue extendiéndose por Estados Unidos y por el mundo desde finales de los años 40 hasta los 70. Trader Vic’s data la creación de la receta en agosto de 1944, pero no sin disputarse el mérito con otros posibles creadores, incluyendo otro pionero, Don the Beachcomber, también conocido como Donn Beach o Ernest Raymond Beaumont-Gantt. Ambos padres fundadores de la escena de bares tiki tenían una tendencia a mantener en secreto sus recetas de cócteles, por lo que documentarlas ha sido un poco más complicado que en otros casos, lo cual probablemente explica la proliferación durante décadas de versiones mediocres del mai tai. Como regla general, todo aquel que eche granadina al mai tai lo está haciendo mal. Por suerte, hay profesionales y aficionados decentes que han contribuido a recuperar la receta para la cultura del cóctel contemporánea.